martes, 10 de enero de 2017

La Guerra Civil Española


     La Guerra civil española transcurre entre los años 1936 a 1939, originada por un clima de agitación interna debido a la situación económica, política y social del país. Se produce un golpe de estado por el general Primo de Rivera, en el que se dan medidas como la suspensión de la Constitución de 1876 o el fin del parlamento, entre otras. Estas medidas no son bien recibidas por su partido quienes obligan a dimitir al dictador Primo de Rivera.


     Se proclama la segunda república y se aprueba una nueva constitución, esta etapa no tubo estabilización pasando por 13 gobiernos en 5 años. En las elecciones de 1936, la izquierda obtuvo el poder, pero siguieron los enfrentamientos entre izquierda y derecha que ocasionaron el fusilamiento de un teniente izquierdista, recibiendo como respuesta el asesinato del líder de la oposición derechista, dando inicio a la Guerra Civil con el alzamiento militar dirigida por el General Francisco Franco, quien con el apoyo de los gobiernos fascista de Alemania e Italia gana la guerra, nombrándose Jefe del Estado español y Generalísimo de las Fuerzas de Tierra, Mar y Aire.


    Las causas de esta guerra fueron diversas. Se podría decir que España era un país atrasado, con pocas industrias y con el campesinado muy pobre. Gran parte de las tierras pertenecía a la Iglesia y a la nobleza, que no querían ceder parte de sus propiedades a los más necesitados. Estos motivos creaban diferencias y conflictos. En España existía un movimiento obrero agitado por numerosos y violentos conflictos entre la izquierda y la derecha, entre republicanos y monarquistas. Las izquierdas aparecían unidas formando el Frente Popular, opuesto a las clases dirigentes, a la Iglesia y sus privilegios. En cambio, la derecha estaba conformada por la JONS, que atacaba la decadencia de España y quería recuperar las antiguas glorias de la época de los Reyes Católicos; y, la Falange Española, que aspiraba a distribuir sus frutos equitativamente a grandes y pequeños. La amenaza de violencia de la izquierda y la derecha era continua. A todo ello hay que añadir la debilidad e inestabilidad de los distintos gobiernos. También había algunas regiones, como Cataluña y las provincias vascongadas, que apoyaban deseos autonomistas. Pensaban en constituirse en un estado independiente, con leyes, organización, idioma y cultura propios. Ello venía dado por la incapacidad de los gobiernos para buscar nuevos mercados a la industria catalana, en los primeros años del siglo.



       Las consecuencias de este conflicto bélico fueron demográficas, económicas y sociales. Se han dado cifras distintas al analizar las pérdidas demográficas que causó el conflicto: los muertos en el frente y por la represión en la guerra y en las posguerra, el hambre, las epidemias; la reducción de la natalidad consiguiente... Los cálculos más aceptados se estiman en unos 500.000 muertos. A ello habría que añadir la cifra de no nacidos y la pérdida de población joven. La guerra fue una catástrofe económica. Los principales elementos de esa catástrofe fueron la destrucción de la industria de tejido del país, la destrucción de viviendas y aumentó la deuda externa y la pérdida de las reservas de oro del Banco de España. Por último, el resultado de la guerra trajo consigo la recuperación de la hegemonía económica y social. Al mismo tiempo, se dio la pérdida de todos los derechos adquiridos por los trabajadores.



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